• El Consejo para la Transparencia evalúa la presencia de buenas prácticas aunque su presencia no incide en el puntaje de cumplimiento.
  • El software de Transparencia Activa que ha registrado los más altos puntajes de cumplimiento incorpora la presencia de las buenas prácticas.

 

Son recomendaciones, nada más que recomendaciones que se sugieren a los organismos y servicios que conforman la administración del Estado. El Consejo para la Transparencia las menciona, entre líneas, en los instructivos generales Nº 4, 7, 8 y 9.  Se considera, por ejemplo, una buena práctica incluir las bases de licitación, el acta de evaluación y el acto administrativo de adjudicación cuando se informa de un procedimiento de licitación pública o privada.

El artículo Nº 7 de la Ley de Transparencia no exige la publicación. Tampoco el artículo 51 del reglamento correspondiente. Por lo tanto, su incumplimiento no se sanciona en virtud del artículo 47 de la ley. No obstante, el CPLT estimula su presencia y cumplimiento porque la presencia de buenas prácticas en los sitios web de entidades estatales tiene por objeto subir los estándares de Transparencia Activa junto con favorecer el acceso a la información pública por parte de la ciudadanía.

Durante las fiscalizaciones del CPLT, se evalúa la presencia de éstas pero el porcentaje de cumplimiento no es incorporado en el puntaje final de cumplimiento.

 

Buenas prácticas en universidades

Si bien la presencia de buenas prácticas no incide en el puntaje de una fiscalización, el CPLT publica los porcentajes de cumplimiento de éstas en sus evaluaciones. Desde el punto de vista de la imagen pública de una institución, no es agradable asomar públicamente incumpliendo este tipo de recomendaciones.

Ocurrió, por ejemplo, durante la última fiscalización realizada a las universidades públicas. La mayoría marcó bajos porcentajes de cumplimiento en presencia de buenas prácticas de Transparencia. La Universidad Metropolitana de ciencias de la Educación (UMCE) fue la que logró una mejor evaluación con un 36,84%. Más atrás, se ubicó la Universidad de Chile con sólo 26,32%. Los puntajes más bajos fueron para la Universidad de La Frontera y la Universidad de Magallanes con apenas un 5,26% de cumplimiento para ambas. Son datos que no inciden en el puntaje final de Transparencia Activa pero muestran la falta de preocupación de las autoridades y funcionarios respecto de la presencia de buenas prácticas en Transparencia Activa en sus respectivos sitios web.

buenas_practicas_universidades_2014

 

En la fiscalización a los sitios web de las universidades públicas chilenas se verificó la publicación de los siguientes ítems:

Estructura de la organización

 

  • 13 publicaron facultades en norma rango inferior.
  • 7 publican el nombre de las autoridades.
  • 4 se publica organigrama interactivo.

Auditorías

  • 10 han incluido sus auditorías.

Informaciones adicionales

 

  • 10 publican informaciones acerca de la Ley de Transparencia.

Subsidios y/ o beneficios

  • 6 publican en su sitio web beneficios a los que se puede acceder por este intermedio.

Sueldos Líquidos

  • 4 informan de remuneraciones líquidas.

Declaración de Patrimonio e Intereses

  • 3 publican las declaraciones de patrimonio de sus rectores.

 

Software y sistema web de Transparencia Activa

El cumplimiento de la Ley de Transparencia ha exigido a las instituciones y servicios de la administración pública del Estado la divulgación de información conforme a las normativas legales. En un principio, se pensó que la sola publicación de datos bastaba para dar cumplimiento a la Ley pero, al correr del tiempo, surgió un parámetro importante a considerar: facilitar el acceso de la ciudadanía a la información junto con la incorporación de “buenas prácticas” en las publicaciones.

Subir y acumular pesados documentos en los respectivos sitios web institucionales comenzó a significar un serio problema para los organismos públicos. De esta manera, hubo que construir nuevos sistemas web, elaborar software que cumplieran con el estándar exigido por el Consejo para la Transparencia, que no sólo permitieran dar cumplimiento a la ley sino también facilitar el acceso de los usuarios a la información.

Vinieron las fiscalizaciones y, naturalmente, las carencias de muchos programas informáticos quedaron en evidencia. No obstante, junto con ello, comenzaron a destacar las bondades del Sistema Web de Transparencia Activa construido por Applicattta, software que había sido adquirido por municipios y corporaciones de salud y educación.

Hasta la fecha, no existe en el mercado nacional un software que trabaje con más de 40 instituciones del Estado ni que ofrezca los resultados hasta ahora conocidos. En fiscalizaciones hechas a municipalidades y corporaciones, las instituciones que trabajan con este sistema web obtienen habitualmente los mejores puntajes. El Sistema Web facilita la publicación de información atendiendo a las “buenas prácticas” que sugiere el Consejo para la Transparencia de una manera muy fácil e intuitiva lo que le convierte en un software único en el mercado nacional. 

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